Acepta la situación: no te pelees con el hecho de no poder salir. Es lo que hay y por más que te enfades eso no va a cambiar. Limita las quejas, porque éstas aumentarán tu malestar. -Legitima la frustración: se consciente de que esta situación te va a afectar porque no es ideal y es imposible estar bien al 100%. Acepta esa parte y aguanta el malestar. -Si te agobias por no salir: acepta y aguanta la emoción, podrás con ello. Piensa que es desagradable pero no insoportable. Enfoca en qué te gustaría hacer fuera y hazlo de manera parcial y creativa dentro. -Lleva tu foco a lo que SI está en tu mano hacer para sentirte bien. Para ello:
1.- Limita la info sobre el virus: establece y limita el tiempo que vas a dedicar a informarte y hazlo solo con fuentes fiables (expertos médicos y noticias contrastadas). 2.- Organiza tu tiempo: para mantenerte equilibrado planifica el día asignando cuantas horas vas a dedicar a trabajar y responsabilidades, relacionarte, divertirte, cuidar tu cuerpo, limpiar y descansar.
3.- Diviértete: juega a juegos (online si estás solo o presenciales si no lo estás), toca un instrumento, lee, ve películas o series, etc. Hay muchos recursos gratis en internet.
4.- Haz vídeo-llamadas a familia y amigos/as: es muy importante relacionarse en este periodo de aislamiento.
5.- Cuida tu cuerpo: haz ejercicio con tutoriales online, come sano, duerme y descansa bastante. El ejercicio “quema” estrés y genera bienestar.
6.- Mantén tu casa limpia: vas a pasar allí mucho tiempo, cuídala como algo sagrado. Mantente aseado/a y de vez en cuando ponte ropa de calle, no solo estés en pijama.
7.- Gestiona los conflictos: sé paciente con quienes están contigo ya que es una situación especial, pero habla de lo que no te gusta para llegar a acuerdos y afrontarlo mejor. Si tienes hijos mezcla la tolerancia con los límites para que no sea un caos.
8.- Planifica proyectos futuros: avanza lo que puedas online. También es buen momento para aprender cosas que siempre te apetecieron… haz una lista y ponte con ello.
Artículo escrito por:
Miguel Ángel Gil Gómez. Psicólogo Sanitario. Experto en Psicoterapia Gestalt y Cognitivo Conductual. Coach del Desarrollo del potencial.

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